(Organismos de EE.UU. colaboran para vigilar la propagación de contagios)
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Por Cheryl Pellerin
Redactora del Servicio Noticioso desde Washington
Este es el tercero de una serie de artículos sobre las contribuciones de
Estados Unidos a la vigilancia mundial de las enfermedades.
Washington - En los días anteriores a los viajes a grandes velocidades y el
comercio internacional, una enfermedad que aparecía en un país se quedaba,
por lo general, en ese país. Hoy, los virus son trotamundos que
transportan, por ejemplo, la fiebre amarilla en África subsahariana a la
Península Arábiga, y el virus del Nilo Occidental a Idaho y Colorado, en
Estados Unidos.
Los mosquitos transportan muchos virus que llegan a un país en avión o en
contenedores de carga marítima. El ingreso de insectos no puede ser
contenido por completo, pero los científicos del Centro de Entomología
Médica, Agrícola y Veterinaria, que es parte del Servicio de
Investigaciones Agrícolas del Departamento de Agricultura de Estados
Unidos, trabajan en este país y en el extranjero para mantener fuera de
Estados Unidos la fiebre amarilla y otras enfermedades. (Véase artículo
relacionado (
http://usinfo.state.gov/xarchives/display.html?p=washfile-spanish&y=2007&m=May&x=20070531131213pc0.2327387 )).
En lo que toca a la fiebre amarilla -enfermedad viral relacionada con las
lluvias intensas, que afecta a las vacas, ovejas, cabras y camellos, y que
tiene para los seres humanos una tasa de mortalidad del 1 por ciento-, la
enfermedad empieza en el África subsahariana, dijo Kenneth Linthicum,
director del centro, en una entrevista reciente con el Servicio Noticioso.
"Si podemos detectar que en alguna parte de África ocurre un brote",
señaló, "hay cosas que podemos hacer para ayudar a ese país a aumentar sus
actividades de vigilancia y ayudarlos a llevar a cabo sus propias
observaciones - y, también, a ayudarse a sí mismos aquí".
VIGILANCIA DE LOS MOSQUITOS
Junto con el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA y el Sistema de
Vigilancia y Respuesta a Infecciones Mundiales Emergentes del Departamento
de Defensa de Estados Unidos, el centro participa en un programa que
utiliza medidas tomadas por satélites que observan la lluvia y la
vegetación, con el fin de trazar mapas de las zonas de riesgo en África
subsahariana y la Península Arábiga, y ofrecer avisos sobre los brotes.
(Véase artículo relacionado (
http://usinfo.state.gov/xarchives/display.html?p=washfile-spanish&y=2007&m=May&x=20070523165345liameruoy0.5364801 )).
"La fiebre amarilla es nuestro principal modelo de investigaciones, pero
también trabajamos con otras enfermedades", explicó Linthicum. "Trabajamos
primordialmente con los insectos que transmiten esas enfermedades, de modo
que buscamos claves que nos digan cuándo aumentan esas poblaciones de
mosquitos".
Otro aspecto de la investigación implica la vigilancia en los puertos de
embarque en busca de mosquitos exóticos que llegan al país y la recolección
para estudiarlos. El programa de investigación ayudará a los científicos a
comprender cómo coleccionar mosquitos de modo más eficiente.
TRANSMISIÓN DE LA ENFERMEDAD
Los mosquitos exóticos pueden hacer algo más en un nuevo país, lo cual
causará enfermedades: pueden convertirse en epidémicos (al establecerse) en
un lugar específico.
"El virus del Nilo Occidental llegó a Nueva York en 1999", explicó
Linthicum. "En el plazo de cuatro años atravesó el país y todavía causa
problemas". El virus causa una enfermedad grave en una de cada 150
personas, y esa persona experimenta fiebre alta, dolor de cabeza, rigidez
del cuello, estupor, desorientación, coma, temblores y convulsiones.
Algunos efectos neurológicos pueden ser permanentes.
La causa de la propagación fue un mosquito llamado culex tarsalis, que
resultó ser un transmisor muy bueno del virus del Nilo Occidental, señaló,
"aún cuando nunca había conocido antes el virus del Nilo Occidental. Las
investigaciones revelan que varios mosquitos de Estados Unidos podrían
transmitir la fiebre amarilla.
Algo similar ocurrió en el 2000 en la Península Arábiga, cuando la fiebre
amarilla "brotó súbitamente a lo largo del Mar Rojo y afectó allí a un gran
número de animales y personas. Ahora mismo tratamos de seguirlo", agregó, y
es posible que la enfermedad pueda convertirse allí en endémica.
En Estados Unidos, añadió, la fiebre amarilla podría establecerse en una de
las poblaciones de mosquitos que la albergan y, simultáneamente, en ciervos
u otros animales silvestres. Si eso ocurriera, dijo, "sería muy difícil, si
no imposible, hacer algo con ella".
VACUNAS CONTRA EL DENGUE Y LA MALARIA
La otra cara de la vigilancia de las enfermedades es la prevención y el
Departamento de Defensa de Estados Unidos trabaja en el desarrollo de
vacunas contra una gama de enfermedades virales y parasitarias, entre ellas
la malaria, que mata a más de un millón de personas cada año.
El dengue, que infecta a más de un millón personas al año, es "una de las
mayores amenazas de salud pública y militares", según el coronel doctor
Gray Heppner, director del desarrollo de la vacuna contra la malaria en el
Instituto Walter Reed de Investigaciones del Ejército.
Llamada en alguna ocasión la "fiebre rompehuesos" debido al intenso dolor
en articulaciones y músculos que puede causar, el dengue es endémico en más
de 100 países de África, las Américas, el Mediterráneo Oriental, el Sudeste
de Asia y el Pacífico Occidental. No se dispone de ningún tratamiento ni
vacuna específicos.
Pero el Ejército de Estados Unidos, dijo Heppner, ha desarrollado una
vacuna contra el dengue en colaboración con la empresa farmacéutica
GlaxoSmithKline, la cual pasa ahora en Tailandia por la fase II de los
ensayos clínicos. En los ensayos de la fase II se le administra tratamiento
a un grupo grande de personas para ver si es eficaz y para evaluar su
innocuidad.
Par contrarrestar una infección severa con malaria, el Ejército desarrolló
y está evaluando en Kenia una droga intravenosa llamada artesunato, para
reemplazar la quinidina intravenosa. La quinidina, el único fármaco
aprobado por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados
Unidos para los casos graves de malaria, tiene efectos secundarios serios y
su disponibilidad es limitada.
La aprobación de la FDA, que el Ejército estima tendrá lugar a principios
del 2008, hará que el fármaco esté disponible en Estados Unidos y aumentará
su empleo en todo el mundo.
El Ejército también colaboró en el desarrollo de la RTS,S, candidata de la
compañía GlaxoSmithKline como vacuna contra la malaria, la cual redujo la
malaria grave en un 48 por ciento durante más de 18 meses entre los niños
de Mozambique. La vacuna se evalúa ahora en Gabón, Ghana, Kenia y Tanzania.
En sitio web del Departamento de Agricultura de Estados Unidos hay más
información sobre el Centro de Entomología Médica, Agrícola y Veterinaria (
http://www.ars.usda.gov/main/site_main.htm?modecode=66150000 ).
En el sitio web del Departamento de Defensa está disponible más información
acerca del Sistema de Vigilancia y Respuesta a Infecciones Mundiales
Emergentes (
http://www.geis.fhp.osd.mil/ ).
Para más información sobre el Instituto Walter Reed de Investigaciones del
Ejército véase el sitio web de esa organización.
Véase también "Red internacional de laboratorios vigila brotes de
enfermedades contagiosas (
http://usinfo.state.gov/xarchives/display.html?p=washfile-spanish&y=2007&m=May&x=20070523165345liameruoy0.5364801 )" y "EE.UU. colabora con otros países para combatir enfermedades
mundiales (
http://usinfo.state.gov/xarchives/display.html?p=washfile-spanish&y=2007&m=May&x=20070531131213pc0.2327387 )".