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Wednesday, July 13, 2011

Ginecólogos, agentes en la lucha contra el tabaquismo


Ginecólogos, agentes en la lucha contra el tabaquismo

Los sanitaristas los consideran una pieza estratégica en esta campaña. Un estudio reveló que fuma el 32,3% de las mujeres argentinas que esperan un bebé.

Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2009, el 26% de las mujeres en edad fértil fuma en promedio 9,4 cigarrillos por día (Archivo).

Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2009, el 26% de las mujeres en edad fértil fuma en promedio 9,4 cigarrillos por día (Archivo).

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  • La cantidad de mujeres en edad fértil que fuman en la Argentina –incluso el 19% que lo hace durante el embarazo– hace que los sanitaristas piensen en los obstetras y ginecólogos como agentes estratégicos en la lucha contra el tabaquismo.

    Para un reciente estudio que realizó el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) entre noviembre de 2010 y marzo de 2011, que contó con el aval del Ministerio de Salud de la Nación, se consultó a 1.200 mujeres embarazadas, 800 de ellas argentinas y 400 uruguayas.

    El estudio arrojó como resultados que de las 800 embarazadas argentinas, el 32,3% eran fumadoras. De éstas, el 19% había dejado de fumar en algún momento de la gestación y el 13,3% había continuado fumando. Sin embargo, el 58,3% de las encuestadas en nuestro país asegura no haber fumado nunca en su vida.

    Financiado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), este estudio dejó en evidencia que sólo el 32% de los profesionales que las atendieron les aconsejaron, por su salud y la de su hijo, que no fumaran.

    Apenas el 34,5% de los médicos les explicó los daños que podía producirle el cigarrillo a la salud de su futuro bebé.

    Sin embargo, una comunicación del Ministerio de Salud remarcó que estos datos se contraponen con los resultados de una investigación previa, realizada en el año 2010 por el propio CDC, en la que se deducía que el 89% de los 300 obstetras y ginecólogos encuestados habían manifestado que siempre (o casi siempre) recomendaban a sus pacientes que dejaran de fumar.

    Otro dato muy relevante de aquel estudio del año pasado manifestaba que el 75% de los profesionales que atienden a estas mujeres creía que era aceptable fumar hasta 6 cigarrillos por día.

    Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2009, el 26% de las mujeres en edad fértil son fumadoras y tienen un consumo promedio de 9,4 cigarrillos por día. Asimismo, un 34% está expuesta al humo de tabaco ajeno. Diversas encuestas muestran a la vez que entre un 15 y 20% de las embarazadas en Argentina son fumadoras, siendo éste uno de los porcentajes más altos de América y del mundo. A pesar de estos datos, el período del embarazo es una oportunidad para que los equipos de salud introduzcan en la consulta los beneficios de una vida libre de tabaco para la madre y el niño.

    Las cinco "A". En el marco de la celebración del Día Mundial Sin Tabaco, el 31 de mayo pasado, la cartera sanitaria nacional lanzó, junto con sociedades científicas y asociaciones civiles que trabajan en el cuidado de la mujer embarazada, una serie de estrategias para "promover un embarazo y una maternidad libres de humo de tabaco", entre las que se encuentra una guía breve, destinada a los profesionales de la salud para ayudar a las mujeres embarazadas a dejar de fumar.

    El rol de los obstetras y ginecólogos es clave para desalentar el consumo de tabaco en embarazadas a través de estrategias sencillas en las consultas.

    La guía sintetiza las acciones que debe realizar el profesional durante la atención de la embarazada para lograr la cesación tabáquica. A través de una simple ayuda memoria de las cinco "A", cualquier miembro del equipo de salud podrá: Averiguar su situación respecto del tabaquismo activo y pasivo; Aconsejarla; Animarla; Ayudarla; y Acompañarla en cada visita.

    "El uso de materiales específicos de autoayuda para la mujer embarazada ha demostrado aumentar las tasas de abstinencia y prevenir recaídas. Este tipo de asesoramiento e intervención puede incrementar las tasas de abandono del cigarrillo entre el 30% y el 70%, y se recomienda que sean integradas a las rutinas de controles perinatales", manifestó Mario Virgolini, coordinador del Programa Nacional de Control del Tabaco.

    La edad indicada. Habitualmente, el escaso conocimiento o la negación de los efectos adversos del cigarrillo son algunos de los factores más importantes que hacen que las embarazadas fumen. Durante el período de gestación, el tabaquismo puede producir abortos espontáneos, malformaciones congénitas (paladar hendido, labio leporino y malformaciones cardíacas), bajo peso del bebé al nacer, muerte súbita en la etapa de lactancia y, en algunos casos, síntomas de abstinencia en el bebé.

    Nicotina y la leche materna. Desde 1933, existen registros mundiales que afirman que la nicotina, principal sustancia que genera adicción al tabaco, es absorbida por la lecha materna, y se concentra allí casi tres veces más que en la sangre de la mujer embarazada.

    No obstante, esta sustancia es sólo una de las más de 7.000 que contiene el humo del cigarrillo y que son ingeridas por el bebé, a través de su madre. "A pesar de esto, se recomienda que las fumadoras amamanten a sus hijos, ya que el riesgo que implicaría no hacerlo es mucho mayor", señalaron en el Ministerio de Salud.

    Los daños del "tabaquismo pasivo" (los que aspiran el humo ajeno) también afectan a los niños que conviven en hogares con padres fumadores, ya que les puede provocar asma, bronquitis, menor desarrollo de los pulmones, otitis más frecuentes, trastornos de conducta y de aprendizaje.

    Además, estos chicos tienen un mayor riesgo de ser adictos a la nicotina y de padecer otros factores de riesgo como diabetes tipo 2 y obesidad; y a medida que entran en la adultez, tienen mayores probabilidades de padecer cáncer de pulmón, en comparación con aquellos niños que viven en ambientes libres de humo de tabaco.

    La mayoría de los riesgos que registra la persona que fuma son reversibles si deja de fumar, especialmente a temprana edad. Las personas que dejan de fumar antes de los 30 años, igualan los años de sobrevida que tendrían si nunca hubieran fumado, y ganan más de 10 años de expectativa de vida. Es la edad en que una mujer es fértil y requiere la atención obstétrica, y coincide con grandes beneficios para la salud.

    Fuente
    :

    CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
    Saludos
    Rodrigo González Fernández
    Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
    Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
    Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
     
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