(Habla de la situación en Irán, energía limpia y reforma de atención a la salud) (1382)
"El pueblo iraní está debatiendo su futuro. Algunos miembros del gobierno iraní están tratando de evitar ese debate al acusar a Estados Unidos y otros fuera de Irán de instigar las protestas por las elecciones. Claramente, estas acusaciones son falsas y absurdas. Son un intento obvio de distraer a la gente de lo que realmente está sucediendo dentro de las fronteras de Irán. Esta trillada estrategia de usar viejas tensiones para que otros países sean los chivos expiatorios ya no surtirá efecto en Irán. Esto no es asunto de Estados Unidos ni de Occidente; es asunto del pueblo iraní y el futuro que ellos -y solamente ellos- escojan", dijo el presidente Barack Obama, al referirse a la situación en Irán, durante la conferencia de prensa que ofreció el 23 de junio.
A continuación una traducción de la transcripción de la conferencia, difundida por la Casa Blanca:
(comienza el texto)
LA CASA BLANCA
Oficina del secretario de Prensa
Para publicación inmediata
23 de junio de 2009
Declaraciones del Presidente Barack Obama
Declaraciones Iniciales Durante Rueda de Prensa - Preparadas Para Entrega
Sala de Prensa James. A Brady, La Casa Blanca
Washington, DC
Hoy, deseo comenzar abordando tres temas, y luego contestaré sus preguntas.
En primer lugar, me gustaría decir unas cuantas palabras sobre la situación en Irán. Estados Unidos y la comunidad internacional están horrorizados e indignados por las amenazas, palizas y encarcelamientos de los últimos días. Condeno firmemente estas injusticias, y junto con el pueblo estadounidense, lamento todas y cada una de las vidas inocentes que se han perdido.
He dejado en claro que Estados Unidos respeta la soberanía de la República Islámica de Irán y no está interfiriendo en los asuntos iraníes. Pero también debemos dar testimonio de la valentía y dignidad del pueblo de Irán, y la extraordinaria apertura dentro de la sociedad iraní. Y deploramos la violencia contra civiles inocentes dondequiera que suceda.
El pueblo iraní está debatiendo su futuro. Algunos miembros del gobierno iraní están tratando de evitar ese debate al acusar a Estados Unidos y otros fuera de Irán de instigar las protestas por las elecciones. Claramente, estas acusaciones son falsas y absurdas. Son un intento obvio de distraer a la gente de lo que realmente está sucediendo dentro de las fronteras de Irán. Esta trillada estrategia de usar viejas tensiones para que otros países sean los chivos expiatorios ya no surtirá efecto en Irán. Esto no es asunto de Estados Unidos ni de Occidente; es asunto del pueblo iraní y el futuro que ellos -y solamente ellos- escojan.
El pueblo iraní puede expresarse por sí mismo. Eso es precisamente lo que ha sucedido en los últimos días. En el 2009, no hay puño suficientemente fuerte como para evitar que el mundo dé testimonio de la búsqueda pacífica de justicia. A pesar de los esfuerzos del gobierno de Irán por expulsar a periodistas y aislarse, imágenes poderosas y palabras conmovedoras han logrado llegar a nuestros oídos por medio de teléfonos celulares y computadoras, y hemos podido ver lo que el pueblo iraní está haciendo.
Esto es lo que hemos presenciado. Hemos visto la dignidad milenaria de decenas de miles de iraníes caminando en silencio. Hemos visto a personas de todas las edades arriesgarlo todo para insistir en que se cuenten sus votos y se escuche su voz. Más que nada, hemos visto a mujeres valientes resistir la brutalidad y las amenazas, y hemos presenciado las trágicas imágenes de una mujer que murió desangrada en la calle. Aunque esta pérdida es fuerte y dolorosa, también estamos conscientes de esto: quienes defienden la justicia siempre están del lado correcto de la historia.
Como dije en El Cairo, la represión de ideas nunca logra hacer que desaparezcan. El pueblo iraní tiene el derecho universal de asamblea y libre expresión. Si el gobierno de Irán desea el respeto de la comunidad internacional, debe respetar dichos derechos y escuchar la voluntad de su propio pueblo. Debe gobernar por consenso, no coerción. Eso es lo que está exigiendo el propio pueblo de Irán, y a fin de cuentas, éste juzgará los actos de su propio gobierno.
El segundo asunto que deseo abordar es nuestro esfuerzo en curso por lograr una economía basada en energía limpia.
Esta semana, la Cámara de Representantes está prosiguiendo con una propuesta legislativa histórica que transformará la forma en que producimos y usamos energía en Estados Unidos. Se trata de legislación que finalmente propiciará una transformación hacia la energía limpia que disminuirá nuestra dependencia del petróleo extranjero y le hará frente a la contaminación por carbono que amenaza nuestro planeta.
Este proyecto de ley sobre la energía creará una serie de incentivos que impulsarán el desarrollo de nuevas fuentes de energía, entre ellas la eólica, solar y geotérmica. También impulsarán que se ahorre energía de nuevas formas, como ventanas eficientes y otros materiales que reducirán el costo de calefacción en el invierno y el gasto en aire acondicionado en el verano.
Estos incentivos finalmente harán que la energía limpia sea energía rentable. Y eso llevará al desarrollo de nueva tecnología que resultará en nuevas industrias que podrían generar millones de empleos nuevos en Estados Unidos, empleos que no se pueden enviar al extranjero.
En un momento de enormes desafíos fiscales, esta legislación será financiada por quienes actualmente producen peligrosas emisiones de carbono que contaminan el agua que bebemos y el aire que respiramos. También brinda asistencia a empresas y comunidades durante la transición gradual a la tecnología de energía limpia.
Esta medida es sumamente importante para nuestro país, y ha requerido mucho esfuerzo de parte de muchas personas durante muchos meses. Quiero darles las gracias al presidente del Comité de Energía y Comercio, Henry Waxman; sus colegas en ese comité, los congresistas John Dingell, Ed Markey y Rick Boucher. También quiero agradecerles a Charlie Rangel, el presidente del Comité de Medios y Arbitrios, y a Collin Peterson, el presidente del Comité de Agricultura, por los muchos y continuos aportes a este proceso. También deseo expresarles mi agradecimiento a la presidenta de la Cámara de Representantes Pelosi y al líder mayoritario Steny Hoyer.
Todos sabemos por qué esto es tan importante. El país líder en la creación de una economía de energía limpia será la nación líder en la economía internacional del siglo XXI. Eso es lo que procura lograr esta medida: es un proyecto de ley que abrirá las puertas a un futuro mejor para esta nación. Y es por eso que insto a los miembros de la Cámara de Representantes a que se unan y lo aprueben.
El último asunto que deseo tratar es el cuidado de salud.
En este momento, el Congreso está debatiendo varias propuestas para la reforma del cuidado de salud. Obviamente, se trata de un asunto complicado, pero me siento muy optimista sobre los logros que estamos alcanzando.
Al igual que la energía, ésta es una medida por la cual se cubrirán los gastos. No contribuirá a nuestro déficit durante la próxima década. Encontraremos el dinero con ahorros y medidas para la eficiencia en el sistema de cuidado de salud, parte de lo cual ya hemos anunciado.
También nos aseguraremos de aprobar una reforma que reduzca el abrumador costo de la atención médica. Simplemente no podemos tener un sistema en el que gastamos buen dinero en malos hábitos. Debemos controlar los costos que se disparan y que están haciendo que las familias, empresas y nuestro gobierno se endeuden cada vez más.
No hay duda de que debemos preservar lo mejor de nuestro sistema de cuidado de salud, y eso significa permitir que los estadounidenses que están a gusto con sus médicos y sus planes de seguro médico continúen con ellos. Pero a no ser que solucionemos los problemas de nuestro actual sistema, el cuidado de salud de todos estará en peligro. Si no actuamos, las primas aumentarán más, se reducirán más los beneficios, y millones de estadounidenses más engrosarán las filas de personas sin seguro. Si no actuamos, uno de cada cinco dólares que ganemos irá a gastos de atención médica dentro de diez años. Y la cantidad que nuestro gobierno gasta en Medicare y Medicaid finalmente será más alta de lo que nuestro gobierno gasta hoy en día en cualquier otro rubro.
Cuando se trata del cuidado de salud, el status quo es insostenible. La reforma no es un lujo; es una necesidad. Y, entonces, espero que el Congreso continúe logrando avances en este asunto en las próximas semanas.
Y ahora, con gusto responderé a sus preguntas.
(termina el texto)
(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web:
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