Viejos, pero dinámicos
El Gobierno alemán quiere transformar al país en líder mundial de productos y servicios adecuados para la Tercera Edad.
Alemania tendrá en el año 2035 probablemente la población más vieja del mundo en promedio, dijo Ursula van der Leyen, la ministra federal de Familia, Tercera Edad, Mujeres y Juventud, el martes en Berlín.
"Más de la mitad de la población de Alemania tendrá entonces más de 50 años de edad y un tercio, más de 60", agregó. Pero ello no es motivo de alarma: esos "viejos" gozarán de más educación, salud, dinamismo y poder de compra que todas las generaciones anteriores.
La Tercera Edad tiene cualidades para transformarse en un motor de la economía. Por ello, advirtió la ministra que en el 2035 cumpliría 77 años de edad, Alemania no puede dejar ese enorme potencial en manos de Japón.
Efectivamente, los nipones, con una estructura etaria similar, ya han reconocido las posibilidades que brinda esa mercado. La billetera de la Tercera Edad se está transformando en el objeto del deseo de las empresas.
Un mundo de la Tercera Edad
Ya hoy, una de cada dos cremas para el rostro y uno de cada dos viajes turísticos son comprados por una persona mayor de 50 años. La Tercera Edad pronto será la primera edad en cuanto a demanda y consumo.
Según los resultados de un estudio de la asesoría de empresas Roland Berger, encargado por el ministerio, la participación de la Tercera Edad en el total del consumo continuará creciendo, hasta alcanzar un 58 por ciento en el año 2035. Y los mayores de 60 años pasarán del 18 por ciento actual a más del 26 por ciento.
Interesante es también que las personas mayores gastan una mayor proporción de sus ingresos en artículos de consumo: un 85 por ciento, mientras que la población en promedio lo hace en un 75 por ciento.
Un programa para descubrir oportunidades
Grandes potenciales de facturación se pronostican para los sectores de los productos electrónicos, el turismo, los servicios, el comercio minorista y la modernización de casas y apartamentos de acuerdo con las necesidades de la Tercera Edad.
Que los jubilados en el futuro no tendrán ingresos tan altos como hasta ahora ya ha sido tenido en cuenta en los cálculos. Ello será contrarrestado además por el hecho de que la edad para jubilarse en Alemania aumentará paulatinamente hasta llegar a los 67 años de edad.
La ministra anunció que el Gobierno lanzará un programa para interconectar en red a las empresas, la ciencia, las personas mayores y las asociaciones de consumidores. El ministerio de Familia y Tercera Edad creará una oficina especial, financiada con cuatro millones de dólares para los próximos dos años. Su tarea será identificar necesidades en los mercados y desarrollar ideas para satisfacerlas.
Algunas dificultades tienen las empresas actualmente para la comercialización de productos especialmente para personas mayores, reconoció un experto de Rolnd Berger. Nadie compra un producto hecho especiamente para "viejos".
Rodrigo González Fernández
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