La grasa de la leche produce un ácido graso que parece proteger contra la diabetes.
Científicos en Estados Unidos descubrieron una sustancia natural que se encuentra en los productos lácteos que, dicen, podría reducir "sustancialmente" el riesgo de diabetes tipo 2.
El compuesto, un ácido graso -llamado ácido transpalmitoleico- se encuentra en la grasa de la leche, el queso, el yogur y la mantequilla.
Según informan los científicos en Annals of Internal Medicine (Anales de Medicina Interna), la sustancia no se produce en el organismo y sólo puede obtenerse por medio de los alimentos.
El hallazgo, afirman los autores, podría obligar a replantear las recomendaciones de salud, ya que actualmente suele aconsejarse reducir el consumo de productos lácteos con niveles altos de grasa.
Reducción "asombrosa"
El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, involucró a 3.763 personas a las que se hizo un seguimiento durante 20 años para evaluar los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares en adultos mayores.
DIABETES TIPO 2
- Es la forma más común de diabetes.
- Es una enfermedad metabólica caracterizada por altos niveles de glucosa en la sangre.
- El cuerpo no responde correctamente a la insulina, lo que se denomina "resistencia a la insulina".
- Esto significa que la grasa, el hígado y las células musculares no responden a la hormona producida por el páncreas.
- Como resultado, la glucosa de la sangre no entra en las células con el fin de ser almacenada para obtener energía.
- Cuando esto ocurre, se acumulan niveles anormalmente glucosa en la sangre (hiperglucemia).
- Esto lleva a que el páncreas produzca cada vez más insulina, pero no la suficiente para seguir al ritmo de las demandas del cuerpo.
Los investigadores tomaron muestras de sangre de los participantes en 1992, con el fin de medir sus niveles de glucosa y de ácidos grasos, incluido el ácido transpalmitoleico.
Y posteriormente se llevó un registro de su salud para identificar el desarrollo de diabetes tipo 2.
Los resultados mostraron que, al principio, los participantes con mayor registro de ácido transpalmitoleico en la sangre tenían niveles más altos del llamado colesterol "bueno", de marcadores inflamatorios y de sensibilidad a la insulina.
Durante el seguimiento, los individuos con más ácido transpalmitoleico en la sangre mostraron un riesgo "mucho menor" de desarrollar diabetes: un 60% menos riesgo que los participantes con menos cantidad del ácido graso en la sangre.
Según los científicos, esta reducción es "sorprendente".
"Este tipo de hallazgo requiere confirmación en otros estudios observacionales y en ensayos controlados", afirma el profesor Darisuh Mozaffarian, quien dirigió el trabajo.
"Pero la magnitud de esta asociación es asombrosa", agrega.
"Representa una diferencia de casi tres veces en el riesgo de desarrollar diabetes entre individuos con los niveles más altos de este ácido graso en la sangre".
Producto natural
En el pasado, estudios han mostrado los riesgos del consumo de ácidos grasos producidos industrialmente, por ejemplo en los aceites vegetales parcialmente hidrogenados.
Unos 150 millones de personas sufren diabetes en el mundo.
Estos productos han sido vinculados a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Pero a diferencia de estos, los ácidos grasos transpalmitoleicos -que son producidos de forma natural y casi exclusiva en la leche y sus derivados- no han sido asociados en esos estudios a un mayor peligro de sufrir trastornos del corazón.
Los científicos no saben con precisión por qué estos compuestos parecen proteger al organismo contra diabetes, pero creen que quizás la sustancia lleva a cabo un papel similar al de un compuesto que se produce naturalmente en el organismo, llamado ácido cispalmitoleico.
Estudios con animales han mostrado que esta sustancia protege contra el desarrollo de la diabetes.
Más estudios
Los científicos subrayan que ahora deberán llevar a cabo más estudios para comprobar los resultados y, si se confirma la magnitud de la reducción en el riesgo de la enfermedad, esto podría conducir a nuevos tratamientos contra la afección.
El próximo paso es avanzar con un ensayo de intervención para ver si tiene un valor terapéutico en personas
Gokham Hotamisligil, Universidad de Harvard
"Éste es un efecto protector extremadamente fuerte, más fuerte que otras cosas que, sabemos, podrían ser beneficiosas contra la diabetes", dice el profesor Gokham Hotamisligil, otro de los investigadores de Harvard.
"El próximo paso es avanzar con un ensayo de intervención para ver si tiene un valor terapéutico en personas", agrega el científico.
La diabetes tipo 2, la forma más común de diabetes, se está convirtiendo en un grave problema de salud pública.
Tan sólo en Estados Unidos se calcula que más de 23 millones de personas (7,8% de la población) vive con diabetes. De estos, cerca de 18 millones han sido diagnosticados con la enfermedad.
En todo el mundo se cree que la diabetes afecta a más de 150 millones de personas y se estima que este número se duplicará para el 2025.