| Relación médico paciente |
La relación entre el médico y el paciente ya no está basada, o por lo menos no tanto, en un respeto casi de admiración hacia un ser superior. Los pacientes de hoy en día están más y mejor informados y requieren cada vez más información acerca de su estado de salud o de los tratamientos que se puedan aplicar.
La relación, por tanto, está condicionada ahora por el concepto de ciudadanía, es decir de igual a igual.
El déficit de información constituye la principal reclamación de los pacientes sobre el sistema sanitario, según el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica.
Todo el Capítulo II de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, está dedicado al derecho de información sanitaria. Concretamente en el artículo 4 se introdujo un tercer punto que recoge la figura del médico responsable, que debe garantizar al paciente el cumplimiento de su derecho a la información. Y añade que, los profesionales que le atiendan durante el proceso asistencial o le apliquen una técnica o un procedimiento también serán responsables de informarle.
Mientras algunas asociaciones de pacientes defienden que la aptitud a la hora de informar es muy importante por parte del médico, lo que se ha dado en llamar la "humanización de la asistencia", otras le restan importancia y destacan que lo fundamental es que les curen, no que les quieran. Y sobre todo que les informen con un lenguaje entendible y que la información sea veraz.
Algunas asociaciones de pacientes defienden que el problema no es de los médicos, sino del sistema maligno que les obliga a hacer en muchas ocasiones lo contrario a lo que es su labor. Ahí entrarían en juego cuáles son los aspectos que más se valoran del médico por parte de la Administración que les paga.
En los últimos tiempos estamos asistiendo a situaciones en las que se tiene más en cuenta o se valora más criterios que tengan que ver con aspectos económicos basados en el ahorro, que la calidad de la asistencia que prestan.
Lo cierto es que los pacientes son cada vez más exigentes, y ése es un reto para el que deben estar preparados los profesionales médicos. Lo que nunca tendrá justificación y es preciso desterrar son presiones, amenazas y agresiones de que son objeto los facultativos, cada vez con más frecuencia por desgracia.
Los médicos, y principalmente las instituciones que les representan, son cada vez más conscientes de la importancia del movimiento asociativo de pacientes, e intentan tender puentes y que los problemas que pudieran surgir se resuelvan extrajudicialmente. En esta línea, la Organización Médica Colegial firmó un convenio de colaboración con Fundamed, el brazo social de Contenidos e Información de Salud, para la adhesión de esta institución a la Alianza Q-ORG, cuyo objetivo es potenciar el diálogo entre los diferentes colectivos implicados en el sector sanitario: organizaciones de pacientes, profesionales, administraciones públicas y empresas (ver GM nº 175.)
El eje o el trinomio fundamental para que el sistema sanitario funcione médico-enfermo-sanidad, entendido este último concepto como el lugar donde se debe ejercer la buena medicina, es una relación que es preciso preservar y cuidar por el interés de todos.
Los médicos saben que el paciente es lo más importante. Pero si algunos se siguen empeñando en que se les vigile y se les resten puntos como si de un mal conductor se tratase —así se lo han pedido al presidente del Gobierno—, la desconfianza seguirá ganando terrero y el médico dejará de ser visto como lo que en realidad es: el mejor defensor del enfermo.
RODRIGO GONZALEZ FERNADEZ
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