jenaro villamil
México, D.F., 24 de abril (apro).- Pocos temas, como la despenalización del aborto, generan un auténtico fenómeno de análisis y deliberación en la opinión pública nacional. Junto con la victoria de los promotores de la iniciativa, vendrán en los próximos meses otras discusiones relacionadas con la bioética, y entre ellas se encuentran la práctica de la eutanasia y la clonación. En los tres, la jerarquía católica y los grupos más conservadores se oponen airadamente a su legalización.
Los primeros sondeos revelan que en estos temas la batalla ha sido perdida por la derecha confesional.
De aquí la enorme virulencia en el debate sobre la despenalización del aborto. A diferencia de los fenómenos mediáticos, cuya característica principal es que son de alto impacto pero de corta permanencia y mucha superficialidad, los debates de la opinión pública son de larga estancia, pues las posiciones cambian con el tiempo, a partir de las argumentaciones y del contraste entre lo que se dice y se hace.
Esto ha sucedido con los temas de derechos sexuales y de bioética.
Por ello la iniciativa aprobada este martes en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal por una amplia mayoría de 46 votos a favor y 19 en contra, advierte que la correlación de fuerzas no es favorable para el PAN y para sus coyunturales aliados del Partido Verde que, en temas como la clonación o la eutanasia, pueden desmarcarse del blanquiazul.
La novedad en torno al aborto es que, en medio de la guerra de desplegados y pronunciamientos públicos, el debate fue acompañado por una auténtica campaña mediática, sin precedente, a semejanza de la publicidad negativa que envolvió los comicios presidenciales del 2006.
En el primero de este tipo de spots, Roberto Gómez Bolaño, "Chespirito", apareció hablando a nombre de su madre, la que decidió no abortar. Su costo fue de 3 millones de pesos y, lejos de generar adhesiones, polarizó las posiciones.
Más agresivo fue el spot financiado por el PAN. Su transmisión generó ofensas no sólo entre los promotores de la despenalización sino entre los propios ministros de la Corte.
El texto del anuncio advierte:
"Si hoy supiéramos qué es un aborto, nadie lo haría. Aun cuando un bebé no estuviera en nuestro proyecto de vida. Hoy (se escuchan en off los latidos de un corazón) la ley permite el aborto en casos de violación, malformaciones genéticas y cuando está en riesgo la vida de la madre. Algunos partidos quieren legalizar el aborto bajo cualquier pretexto. Nosotras sabemos que los pretextos no justifican el aborto".
Sin evitar su compulsión conservadora, el presidente Felipe Calderón Hinojosa y su esposa Margarita Zavala, al pretender avalar las posiciones en contra de la despenalización, acabaron por colocar el tema en los primeros lugares de la agenda nacional.
El efecto boomerang fue tan fuerte para el primer mandatario como para el cardenal Norberto Rivera, cuyo vocero Hugo Valdemar fue conminado por la Secretaría de Gobernación a moderar su lenguaje.
Esta nueva batalla que la cultura laica le ganó al sentimiento confesional que considera que todo lo que la religión clasifica como "pecado" debe traducirse en "ilegal" y, por lo tanto, criminalizarse-- es quizá el más reciente colofón de una serie de escándalos y debates que han minado la credibilidad de la jerarquía católica.
Tan sólo por enumerar los más recientes: la promoción involuntaria del clero al pretender la censura de la película El crimen del padre Amaro; las denuncias de pederastia y la impunidad prevaleciente en los casos que involucran a Marcial Maciel y a los sacerdotes protegidos por Norberto Rivera Carrera; el fallido intento por prohibir el uso de la 'píldora del día siguiente'; el escándalo de las tangas que protagonizó Provida y su dirigente, Jorge Serrano Limón; su oposición a las sociedades de convivencia opacada por un inusitado interés mediático en las bodas gay y el arranque del debate sobre la legalización de la eutanasia.
El cambio en la opinión pública
El hecho más sintomático en torno a la despenalización del aborto es que afloró el cambio más importante en la opinión pública respecto de los temas de derechos sexuales y reproductivos.
Una encuesta telefónica a escala nacional, realizada por BGC (Beltrán y Asociados), difundida el 19 de marzo de este año, documenta puntualmente este cambio:
--En 1995, 53% de la población estaba en desacuerdo con el uso del condón. En 2007 este porcentaje se redujo a 5%.
--En la misma fecha, 52% se oponía a la difusión de programas masivos de educación sexual. Ahora se redujo a 17%.
--La despenalización del aborto ganó adeptos también. En 2007, el 35% está de acuerdo y 59% en desacuerdo. En el Distrito Federal, el porcentaje de apoyo se eleva a 60% y sólo el 38% se opone.
--La mayoría aprueba el aborto cuando está en riesgo la vida de la madre (77% a escala nacional y 85% en el Distrito Federal. Respecto del 2000, se incrementó el acuerdo con el aborto cuando el embarazo es producto de una violación (el índice nacional pasó de 57% a favor, a 69% en el 2007. En el DF la aprobación es de 86%).
--A diferencia de los años recientes, prevalece ahora el porcentaje de quienes aprueban el aborto cuando el niño puede nacer con malformaciones (en el 2000, 47% estaba de acuerdo en parte y, en 2007, el índice se elevó a 55%. En el Distrito Federal, 70% aprueba esta posibilidad).
--El punto más polémico es la aceptación del aborto como método anticonceptivo. El 68% a escala nacional está en desacuerdo, pero los capitalinos dividen opiniones: 46% está de acuerdo en parte y 51% está en desacuerdo en parte.
El sondeo también revela que aumentó el porcentaje de quienes desaprueban que la Iglesia critique al gobierno (a escala nacional pasó de 53% en el 2005 a 65% en el 2007. En el DF es de 67%). La gran mayoría desaprueba el hecho de que la Iglesia se pronuncie sobre asuntos políticos: 63% a escala nacional y 69% en la capital del país.
Frente a este panorama, es muy probable que en esta Legislatura, al menos en el Distrito Federal, avancen los temas de bioética, donde la Iglesia también mantiene una posición derivada de la superioridad del "derecho natural" (dictado por un orden divino) sobre el civil, laico por definición.
Estos debates girarán en torno de:
1. La eutanasia, definida en la legislación de Holanda como "el acto o procedimiento, por parte de un médico, para producir la muerte de un paciente, sin dolor, y a petición expresa de éste". Desde 1984 los Países Bajos despenalizaron la eutanasia y, en el 2002, su legalización. Otra experiencia importante es la del estado de Oregon, Estados Unidos. Desde 1997 ahí se permite el suicidio médicamente asistido. El número especial de julio de 2006 de la revista Nexos difunde un estudio jurídico de primer nivel sobre ambos casos.
2. La clonación utilitaria en seres humanos, algo existente en algunas plantas y animales, permitirá en un futuro ya no tan lejano que algunas parejas estériles o incluso un individuo de cualquier sexo puedan tener hijos sin someterse a la fertilización in vitro.
Por supuesto, la clonación humana traerá la discusión de nuevos y complejos problemas éticos. Sin embargo, las prescripciones morales deberán ceder ante un debate más racional, científico y laico, sin necesidad de excomuniones ni infiernos anticipados.
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RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
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