Científicos aprovechan lecciones de anteriores pandemias con el virus H1N1
(EE.UU. aporta vacunas a América Latina y Caribe) (1172)
Por Cheryl Pellerin
Redactora
Washington - Ahora que los casos de la gripe H1N1 han alcanzado la cifra de 77.201 en todo el mundo y que otros tres casos humanos de la gripe aviar H5N1 ponen la cifra mundial de ésa enfermedad patógena en 436 casos desde 2003, científicos de Estados Unidos están examinando anteriores pandemias para extraer lecciones que puedan ayudar con la respuesta a la pandemia del virus H1N1.
El nuevo virus H1N1 ha causado 332 muertes en 16 de los 115 países que oficialmente han informado de casos a la Organización Mundial de la Salud (OMS). El virus H5N1 ha causado 262 muertes -la mayoría en Indonesia (141) y Vietnam (111)- en 11 de los 15 países que han informado de casos a la OMS.
Para ayudar contra la propagación de la ola relativamente suave de la enfermedad, Kathleen Sebelius, secretaria de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos, anunció el 2 de julio que Estados Unidos entregará a la Organización Panamericana de la Salud 420.000 dosis de tratamiento Tamiflu (oseltamivir) para ayudar a combatir la pandemia en América Latina y el Caribe.
"Estados Unidos está comprometido a apoyar y mejorar la seguridad de la salud en la región, reduciendo el contagio y la gravedad de la enfermedad", dijo Sebelius ante los funcionarios que asistían a una reunión de ministros de Salud de las Américas realizada en Cancún (México).
Las empresas farmacéuticas también están haciendo contribuciones. El 17 de junio, en la Cumbre de Salud del Pacífico realizada en Seattle, Christopher Viehbacher, director general de la Sanofi-Aventis, anunció que su compañía donaría a la OMS 100 millones de dosis de la vacuna H1N1 para ayudar a los países en desarrollo a combatir la pandemia.
El 1 de julio, Rocher, empresa que fabrica Tamiflu anunció un programa de producción y almacenamiento de reservas de Tamiflu para los países en desarrollo que sean miembros de la Alianza Mundial para el Fomento de la Vacunación y la Inmunización, a un precio significativamente reducido, con los pagos repartidos en varios años.
HISTORIA DEL H1N1
Científicos de todo el mundo están intentando entender el nuevo virus H1N1 y cómo afectará a la población del planeta. La búsqueda de conocimiento incluye todas las herramientas disponibles, desde la epidemiología, la biología de sistemas y la genética molecular hasta el análisis de pandemias y brotes epidémicos provocados por otros virus H1N1 durante el siglo XX.
Distintas cepas genéticas del virus H1N1 estaban presentes en la mortífera pandemia de 1918-1919, en la epidemia de 1976 en Estados Unidos, y en la reaparición del virus en 1977 en la antigua Unión Soviética, Hong Kong y el nordeste de China.
Según informan los doctores Shanta Zimmer y Donald Burke en la edición del 29 de junio de la revista New England Journal of Medicine, a partir de 1977 las cepas humanas de H1N1 derivadas del virus H1N1 de 1918 han circulado entre los seres humanos y desde entonces "han tenido una presencia continua en las epidemias temporales".
"Todos los virus de influenza A actuales, adaptados a los humanos, tanto las variaciones temporales como las que provocaron pandemias más graves son descendientes, directos o indirectos, del virus fundador de 1918", dijo Jeffery Taubenberger, del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Contagiosas (NIAID), en una declaración del 29 de junio.
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Taubenberger, el doctor David Morens y el doctor Anthony Fauci (director de NIAID) son coautores de un artículo publicado en la web el 29 de junio por la revista New England Journal of Medicine. Explican que desde el año 1918 el mundo ha estado en una era de gripe pandémica y que el virus H1N1 de 2009 es parte de esa familia viral original.
LECCIÓN DE PANDEMIA
Entre 1918-1919 una mortífera pandemia de la gripe propagó el virus humano H1N1 por el mundo, causando la muerte de al menos 50 millones de personas. Según escribieron Zimmer y Burke, ése virus "al parecer surgió casi simultáneamente en aves y se propagó en seres humanos y cerdos. A diferencia de ello, es probable que el virus H1N1 de 2009 probablemente surgiese de cerdos y se propagase en humanos".
En enero de 1976 se produjo un brote epidémico de una enfermedad respiratoria entre soldados que regresaban a una base del ejército en Fort Dix (Nueva Jersey). Un nuevo virus H1N1, de origen porcino, fue identificado como la causa de la epidemia, que resultó en 230 casos y una muerte.
Según explicó Harvey Fineberg, director del Instituto de Medicina, en una sesión informativa realizada el 30 de junio en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, "cuando los CDC aislaron el virus convocaron a sus asesores y reflexionaron intensamente sobre el próximo paso".
La decisión, tomada en marzo de 1976 por la Casa Blanca y un grupo de importantes virólogos, entre ellos los creadores de la vacuna contra el polio Albert Sabin y Jonas Salk, "fue de iniciar una campaña de vacunación nacional público-privada, para proteger al público estadounidense de la gripe", explicó Fineberg.
Para octubre de 1976, agregó, "sin contagios en ninguna parte del país, aparte de Fort Dix, la campaña estaba lista para seguir adelante y en los primeros diez días se inmunizó a un millón de personas.
Según Zimmer y Burke, el programa vacunó a 40 millones de civiles y la vacuna produjo 532 casos del síndrome Guillain-Barre, que provocan parálisis, un raro efecto secundario de esa vacuna contra la gripe, antes que la campaña de vacunación fuera suspendida en diciembre de 1976.
OPCIONES
"Como asunto de políticas, fue prematuro y posiblemente poco inteligente decidir en marzo de 1976 que todos los aspectos de la decisión se enmarcarían en una sola proposición de avanzar o no, porque había información adicional que aprender en los meses posteriores".
En esa misma sesión informativa Fauci dijo que los CDC había aislado el nuevo virus H1N1 para la producción de vacunas y que lo había distribuido a las compañías que han producido lotes pilotos de la vacuna. Los Institutos Nacionales de la Salud se encargarán de realizar los ensayos clínicos para asegurarse que las vacunas sean seguras, para determinar la cantidad de la dosis y para verificar las respuestas de poblaciones especiales, como las mujeres embarazadas y personas de la tercera edad.
"Si todo sale bien, esperamos comenzar a vacunar a la población, si es que se toma la decisión de vacunar a la población, en el otoño para proteger a la mayor cantidad de personas posibles, especialmente a las que pertenecen a esos grupos de alto riesgo, durante la temporada de otoño", en que los científicos esperan que se produzca una segunda ola de infecciones nuevas de H1N1.
"La decisión de someter [la vacuna] a ensayos, la decisión de producir [la vacuna] y la decisión de administrar[la] están completamente desligadas", agregó. "Esto es diferente a lo que ocurrió en 1976, cuando en un día, en una sala, se tomó la decisión de fabricar y administrar la vacuna, sin que hubiese opciones a ese enfoque. Aunque después no hubo nuevos casos de gripe porcina durante 1976, la decisión ya se había tomado. Actualmente, tenemos varias opciones en el camino ante las que podemos frenar, o seguir".
(El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web:
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