11 marzo, 2014 • ALIMENTACIÓN
Las personas que habitualmente beben bebidas azucaradas son más propensas a tener alteraciones metabólicas, independientemente del peso corporal, de acuerdo con los resultados de un reciente estudio llevado a cabo en la Universidad de Boston. Obviamente entre esas alteraciones metabólicas se encuentra la diabetes tipo 2.
Estos hallazgos sugieren que la disminución del consumo de bebidas azucaradas se asocia con perfiles metabólicos saludables, incluso en las personas obesas y con sobrepeso. En base a los resultados, los que con frecuencia consumen bebidas azucaradas son más propensos a mostrar anormalidades metabólicas, independientemente de peso corporal. Una vez más queda demostrada la importancia de una dieta saludable y alejada de los azúcares para el control metabólico de la persona.
El estudio ha utilizado datos de más de 6.000 pacientes. Los participantes elegidos no tenían diabetes. A los participantes se les administró un cuestionario de 126 preguntas antes de un examen físico programado. En el cuestionario se enumeraban diversos alimentos y los encuestados tenían que seleccionar la frecuencia con la que los tomaban.
Dentro de la categoría de bebidas azucaradas se incluyeron cola con azúcar, cola sin cafeína con azúcar, otras bebidas carbonatadas con azúcar, tales como 7-Up o tónicas, y bebidas de frutas sin gas, como la limonada. Los participantes fueron divididos en las siguientes categorías: los no consumidores, los que consumían menos de una porción por semana, los que consumían una a 3,5 porciones por semana, y los que consumían más de 3.5 porciones por semana.
Los participantes también fueron clasificados como de peso normal, sobrepeso u obesidad, y su estado metabólico se estableció sobre la base de la hipertensión, la glucosa en ayunas, triglicéridos elevados, colesterol HDL bajo y la resistencia a la insulina.
Los investigadores dijeron que la correlación entre el consumo de bebidas azucaradas y el mayor riesgo metabólico puede suponer la cantidad de grasa visceral, en lugar del peso corporal total. Añadieron que estos hallazgos sugieren que los individuos con sobrepeso y obesidad pueden ser capaces de mejorar la salud metabólica y global mediante la reducción del consumo de este tipo de bebidas azucaradas.
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