(VÍDEO)Las investigaciones científicas confirmaron que el ajo, pese a su fuerte olor, es una poderosa fuente de vitaminas A, B1, B2, B3, C y E; además de carbohidratos, proteínas, fibra, potasio, fósforo, calcio, hierro y sodio. Se le considera en todas las latitudes del mundo como un verdadero regalo de la naturaleza a la humanidad por sus múltiples virtudes medicinales que, conforme pasan los años, se descubren nuevas aplicaciones que son motivos de investigaciones cientíticas. Nutritivo y medicinal Es rico en selenio y germanio orgánicos, así como adenosina, sustancia química que abunda también en la cebolla y que tiene capacidad para bloquear la agregación de plaquetas y, de esa manera, fluidificar la sangre. Las cubiertas externas del ajo y la cebolla contienen gran cantidad de pectina, fibra gelatinosa que se utiliza para combatir la diarrea, incrementar el torrente del plasma sanguíneo y disminuir el "colesterol malo" y de los triglicéridos. Contiene ajoeno, anticoagulante y bactericida de gran acción contra hongos y levaduras nocivas como el aspergillus niger - presente frecuentemente en el canal auditivo externo- y la candida albicans que es causa, entre otras dolencias, de la vaginitis Azufre Entre los compuestos más importantes destacan sus aminoácidos sulfúreos, responsables de su fuerte olor y que tienen un marcado efecto antibacteriano y antivírico al aumentar los leucocitos y los macrófagos. Reduce la presión sanguínea, alivian el asma y ayudan al cuerpo a eliminar toxinas nocivas. Se debe tener en cuenta que azufre es indispensable para una buena salud y evitar el riesgo de padecer cáncer. Por esta razón, existen múltiples dietas adelgazantes y tratamientos medicinales del ajo que a continuación reseñamos las principales. Uno al día Por ser un anticoagulante, debe abstenerse en caso de someterse a una intervención quirúrgica pero, por lo demás, se recomienda tomar uno o dos diente de ajo. En las dietas adelgazantes debe ser injerido en ayunas, como si fuese una cápsula. El olor se combate masticando hojas frescas de perejil, menta fresca o apio, después de lo cual debe enjuagarse la boca con agua y unas gotas de limón. Otro método consiste en beber infusión de tomillo, eucalipto, romero o manzanilla. Depurativo Una de las mejores maneras de consumir ajo para adelgazar, además de reducir los niveles de colesterol, triglicéridos y depurar la sangre, es con leche. Puedes intentarlo de dos maneras: Dejando todos los días un diente de ajo picado en una taza de leche de un día para el otro. A la mañana siguiente, en ayunas, lo bebes. Sin necesidad de maceración ni nada por el estilo, todos los días en ayunas puedes consumir un diente de ajo, tragándolo como si fuera una píldora, con la ayuda del vaso de leche. Es fundamental la presencia de la leche en esta preparación para luego evitar el mal aliento o la sudoración con olor a ajo. Algo que no te resultará para nada agradable. Agua de ajo Hierva 100 gramos de ajo machacado en 250 ml de agua. Tape la mezcla y déjela macerar durante 12 horas, después de lo cual se embotella. Tomar en pequeños sorbos durante un máximo de tres días, para evitar que pierda sus propiedades medicinales. No abusar de la dosis recomendada salvo prescripción médica. Jarabe Es recomendable para la tos y bronquitis. Hierva medio litro de agua y coloque 50 gramos de ajo. Parar y dejar reposas 12 horas. Agregue miel y proceda a batirlo hasta conseguir un jarabe del que debe tomarse una cucharadita tres veces al día. Si es diabétiico o tiene sobrepeso no debeemplear esta fórmula. Cura Tibetana Es un preparado a base de ajo macerado, de gran efecto desintoxicante, de acuerdo a una receta encontrada en un monasterio budista del Tibet, pero cuya preparación es simple. Limón contra olor del ajo Ingredientes 350 gr. de ajos crudos, pelados y triturados. ¼ de litro de Aguardiente o alcohol de 70º para uso interno Elaboración Poner los ajos triturados junto al Aguardiente o alcohol dentro de un tarro de cristal, que se cierra herméticamente para guardarlo durante diez días en la refrigeradora. Los tibetanos recurrían al hielo de las montañas del Himalaya. Después de ese lapso se filtra con un colador de gasa o tela fina. El líquido se vuelve a refrigerar durante 2 días, con lo que ya está listo para tomar. Tras los 2 días ya está listo para tomar. Modo de empleo Se toma en gotitas, con un poco de agua o leche, antes de las tres comidas principales, de acuerdo a la siguiente pauta: Días Desayuno Almuerzo Cena 1- 1 gota 2 gotas 3 gotas 2 4 gotas 5 gotas 6 gotas 3 7 gotas 8 gotas 9 gotas 4 10 gotas 11 gotas 12 gotas 5 13 gotas 14 gotas 15 gotas 6 16 gotas 17 gotas 18 gotas 7 17 gotas 16 gotas 15 gotas 8 14 gotas 13 gotas 12 gotas 9 11 gotas 10 gotas 9 gotas 10 8 gotas 7 gotas 6 gotas 11 5 gotas 4 gotas 3 gotas 12 2 gotas 1 gotas 25 gotas A partir de este día se toma 25 gotas tres veces al día hasta terminar el frasco.Según la tradición tibetana, no puede repetirse el tratamiento antes de 5 años, lo que es una exageración, sin fundamentos, según los nutricionistas. Beneficios El manuscrito tibetano indica que esta dieta limpia el organismo de las grasas y lo libera de los cálculos depositados. Mejora el metabolismo y disminuye el peso del cuerpo llevándolo al peso normal. Deshace los coágulos de sangre y vuelve más elásticos todos los vasos sanguíneos curando también la arteriosclerosis. . Cura el reumatismo, la gastritis, las úlceras de estómago y las hemorroides. Absorbe todo tipo de tumores internos y externos, así como los disturbios de vista y oído. Precaución Las personas con un estómago muy débil o fácilmente irritable deberán observar que tal les sienta el remedio. Es contraindicado a las personas con úlceras intestinales. Salsa para carne. Pique 7 o 8 dientes de ajo, una cebolla y tres zanahorias y mezcle con cuatro cucharadas sopera de aceite de oliva. Ponga a fuego lento de cuatro a cinco minutos. Después añada un vaso de agua tibia y un poco de vino blanco (optativo), deje todo de nuevo a fuego lento durante diez minutos. Deje que repose la mezcla veinte minutos. Puede añadir alguna hierba aromática de su agrado. ¿Sabías que
? El color verdoso que adquiere el alcohol macerado con los ajos es completamente normal debido a ciertos principios activos que contiene el ajo. Tenga en cuenta siempre al ajo en su alimentación o como agente curativo en casos de enfermedad pues su acción natural no tiene contraindicaciones como los remedios sintéticos, salvo por prescripción médica ante alergia o por otras causas. El ajo, debido a su intensa acción bactericida detiene y combate el desarrollo de bacterias en el intestino logrando un mejor funcionamiento del mismo y restableciendo el apetito y la circulación sanguínea. Es un buen sazonador Por su contenido de fósforo, silicio, azufre, vitamina C y otros oligoelementos, es sumamente benéfico para el tratamiento de las enfermedades asociadas al envejecimiento. Desde el Antiguo Egipto, el ajo ha sido utilizado a lo largo de la Historia hasta llegar a finales del siglo XIX, cuando Louis Pasteur demostró que el ajo es un antibiótico natural. Una de las propiedades más relevantes del ajo es la regulación del metabolismo de las grasas y la reducción del colesterol y del azúcar en la sangre. El consumo diario de uno o dos dientes de ajo en crudo reduce un 10% la tasa de colesterol negativo y aumenta el colesterol positivo. Otra de sus propiedades es la acción vasodilatadora de los vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de la formación de coágulos o trombos en inhibiendo la formación de plaquetas. Los ajos son uno de esos vegetales que tiene la capacidad de colaborar con la pérdida de peso, algo que a veces se torna muy complicado. Las verduras pueden darte una mano. El desagradable olor del ajo saliendo por los poros se debe a los componentes de azufre que poseen, causa del mal aliento después de haberlo comido. Para evitar este momento, hay soluciones caseras. Después que haya consumido el ajo, usted puede beber jugo de limón recién exprimido, morder un poco de perejil, tomar una cucharada de miel si se le hace más fácil, un vaso de leche o de vino tinto. |