MEDICOS PRUDENTES
"Nos interesa formar a médicos prudentes más que a eruditos"
El presidente de la Deontológica de la OMC, Rogelio Altisent, ha defendido en las LII Jornadas Estatales de Estudiantes de Medicina de Zaragoza la necesidad de un programa longitudinal de bioética, ya que "nos interesa más formar a médicos prudentes que eruditos".
Álvaro Sánchez León 02/11/2007
Los estudiantes quieren aprovechar la reforma del pregrado de Medicina que prepara el Ministerio de Educación de cara a la incorporación de España al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) para incluir en la carrera un currículum longitudinal de bioética (ver DM del 28-IX-2007). Este ha sido el tema escogido por el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) para la conferencia inaugural de sus LII jornadas que se celebran en Zaragoza, pronunciada por Rogelio Altisent, presidente de la Comisión Deontológica de la Organización Médica Colegial y profesor de la universidad zaragozana.
Altisent abogó por una programa continuo que incluya asignaturas de bioética durante los seis años de carrera, ya que "la formación ética precisa una maduración".
Él tiene claro que "interesa más formar médicos prudentes que eruditos"; por eso cree que hay que aprovechar lo fijado en la Declaración de Bolonia para que la bioética esté más presente en el pregrado, una materia con seis objetivos docentes principales: ayudar a reflexionar sobre los fines, valores y prioridades de los diferentes tipos de Medicina; adquirir madurez en la comprensión del significado de la salud y la enfermedad para las personas; tomar conciencia de los límites éticos de las ciencias biomédicas y de cómo la sociedad espera del médico un sincero y efectivo espíritu de servicio, traducido en el desarrollo de actitudes éticas y cualidades humanas; enseñar a manejar adecuadamente qué información debe darse al paciente, valorando su capacidad para obtener el consentimiento; asumir las competencias en las tomas de decisiones éticas difíciles, y desarrollar el sentido de equidad en la gestión de los recursos y una actitud de cooperación para el trabajo en equipo, tanto en la asistencia como en la investigación.
"La evidencia no basta"
Altisent subrayó que todos estos elementos son imprescindibles en la preparación del médico "porque la evidencia científica no basta por sí sola para prestar una buena atención sanitaria", aunque, por otra parte, destacó que "la legislación es necesaria pero no suficiente para un recto ejercicio profesional". En el fondo, la propuesta del presidente de la Deontológica consiste en enriquecer la carrera universitaria con contenidos que, además de ser una de las demandas fundamentales de los futuros médicos, servirán para dar una formación profesional más integral.
De los cuidados paliativos a la ética en la investigación
Según Rogelio Altisent, el programa longitudinal de bioética en el pregrado de Medicina debe tener como misión "lograr que el proceso de aprendizaje de la ética a lo largo de la licenciatura impregne las diferentes áreas de conocimiento". Su objetivo lo centra en la necesidad de impulsar el desarrollo de un currículum académico de ética aplicada con carácter experimental, de acuerdo con las directrices de Bolonia.
Su idea es proponer que los estudiantes cuenten con créditos optativos mediante seminarios y prácticas escalonados a lo largo de los 6 años de la carrera, en cuya primera fase se abordarían temas como la introducción a los aspectos humanísticos de la Medicina, las cuestiones éticas de la relación médico-paciente, los aspectos éticos del tratamiento del enfermo crónico o del paciente en situación terminal, y la ética en la investigación y en las publicaciones científicas. Para que esta formación sea adecuada, el presidente de la Deontológica pide, además, que se evalúe, "lo cual es clave para ser un buen profesional".
Altisent abogó por una programa continuo que incluya asignaturas de bioética durante los seis años de carrera, ya que "la formación ética precisa una maduración".
Él tiene claro que "interesa más formar médicos prudentes que eruditos"; por eso cree que hay que aprovechar lo fijado en la Declaración de Bolonia para que la bioética esté más presente en el pregrado, una materia con seis objetivos docentes principales: ayudar a reflexionar sobre los fines, valores y prioridades de los diferentes tipos de Medicina; adquirir madurez en la comprensión del significado de la salud y la enfermedad para las personas; tomar conciencia de los límites éticos de las ciencias biomédicas y de cómo la sociedad espera del médico un sincero y efectivo espíritu de servicio, traducido en el desarrollo de actitudes éticas y cualidades humanas; enseñar a manejar adecuadamente qué información debe darse al paciente, valorando su capacidad para obtener el consentimiento; asumir las competencias en las tomas de decisiones éticas difíciles, y desarrollar el sentido de equidad en la gestión de los recursos y una actitud de cooperación para el trabajo en equipo, tanto en la asistencia como en la investigación.
"La evidencia no basta"
Altisent subrayó que todos estos elementos son imprescindibles en la preparación del médico "porque la evidencia científica no basta por sí sola para prestar una buena atención sanitaria", aunque, por otra parte, destacó que "la legislación es necesaria pero no suficiente para un recto ejercicio profesional". En el fondo, la propuesta del presidente de la Deontológica consiste en enriquecer la carrera universitaria con contenidos que, además de ser una de las demandas fundamentales de los futuros médicos, servirán para dar una formación profesional más integral.
De los cuidados paliativos a la ética en la investigación
Según Rogelio Altisent, el programa longitudinal de bioética en el pregrado de Medicina debe tener como misión "lograr que el proceso de aprendizaje de la ética a lo largo de la licenciatura impregne las diferentes áreas de conocimiento". Su objetivo lo centra en la necesidad de impulsar el desarrollo de un currículum académico de ética aplicada con carácter experimental, de acuerdo con las directrices de Bolonia.
Su idea es proponer que los estudiantes cuenten con créditos optativos mediante seminarios y prácticas escalonados a lo largo de los 6 años de la carrera, en cuya primera fase se abordarían temas como la introducción a los aspectos humanísticos de la Medicina, las cuestiones éticas de la relación médico-paciente, los aspectos éticos del tratamiento del enfermo crónico o del paciente en situación terminal, y la ética en la investigación y en las publicaciones científicas. Para que esta formación sea adecuada, el presidente de la Deontológica pide, además, que se evalúe, "lo cual es clave para ser un buen profesional".
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
www.Consultajuridicachile.blogspot.com
www.lobbyingchile.blogspot.com
www.el-observatorio-politico.blogspot.com
Renato Sánchez 3586
teléfono: 5839786
e-mail rogofe47@mi.cl
Santiago-Chile
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